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domingo, 17 de julio de 2011

miércoles, 30 de junio de 2010

LUGO, POR QUE NO TE CALLAS

DADO QUE LA ALBIRROJA ESTA DANDO GRANDES PASOS EN EL MUNDIAL DE SUDAFRICA, HEMOS DESVIADO NUESTRA ATENCIÓN DE LOS SUCESOS QUE AQUEJAN AL PARAGUAY COMO SER EL CASO DE TEIXERA, EL EPP, LOS IMPUESTOS ENTRE OTROS, HE AQUI UN GRAN ARTICULO QUE ENCONTRE DE UN GRAN DEFENSOR DE LA LIBERTAD EN PARAGUAY 




  LUGO, POR QUE NO TE CALLAS



por Gonzalo Quintana





          
El mundial de fútbol es un refugio que nos protege de un Paraguay que nos duele. Es que la albirroja nos reúne, nos muestra un equipo que da lo mejor de cada integrante en pos de un objetivo común y superior a las posibilidades e intereses individuales. Nos gratifica sus esfuerzos, su dedicación, su disciplina, la autenticidad, la seriedad con que cumplen con sus tareas y responsabilidades.
Todo estaba bien, teníamos un respiro de la mentira, la trampa, la mediocridad, la corrupción, la decidía, la chantería, con que diariamente los poderes del Estado nos atormentan. Pero, como si fuera un sádico el Presidente Lugo no tiene mejor idea que reunir a su equipo de Ministros, vice ministros y colaboradores, vestirlos con la albirroja para que desde Loma Plata nos recuerde que ese es el equipo, la antítesis de la selección de futbol, que conduce los destinos de nuestro Paraguay querido.
El Presidente reconoce que la ineficiencia, la ilegalidad y la corrupción le meten goles; pero no cambia el equipo, ocasionalmente saca un jugador para mantener el mismo funcionamiento  y la misma táctica. Parece estar encantado con la goleada en contra.
Peor aún, tiene el tupe de criticar a los medios y a los actores políticos, gremiales y sociales por no destacar el golazo del crecimiento económico que efectivamente es el más alto de América.
Sin vergüenza alguna, pretende  atribuirse un gol que él desde hace años trata de impedir que ocurra. Efectivamente el único sector, en nuestro país, que puede contribuir para un logro de ese tamaño es el agropecuario, principalmente la agricultura  mecanizada, la agricultura empresarial eficiente, la que  aplica tecnología de punta. Este sector es el más atacado por Lugo desde que era seminarista.
Este crecimiento se debe al sector agrícola mecanizado  al que el Presidente Lugo trato de terrorista en la ONU, al que persigue con sus capangas políticos (Frente Popular, Ministra de Salud, Secretario de la SEAM) con regulaciones irracionales, presiones administrativas e invasiones, y descortesías y desplantes presidenciales; es el sector que sufre la agresión promovida y protegida por su operadores políticos.
Lugo, dejanos trabajar en paz. Porque no te callas

domingo, 16 de mayo de 2010

Paraguay: Socialismo a fondo

EL INDEPENDENT

Por Alberto Benegas Lynch (h)
Muchos han sido los autores que han advertido de los peligros que significa el transitar el camino del socialismo. Tal vez el más destacado sea Ludwig von Mises quien ha subrayado que como esa postura apunta a la eliminación de la propiedad privada, se juega con fuego si se pretende solo debilitarla puesto que tal como ocurre en una barranca hacia abajo se aceleran los tiempos y la velocidad.

Por ejemplo, cuando los gobiernos imponen precios máximos a un artículo los efectos se traducen en que naturalmente, en un primer momento, la demanda excede la oferta disponible debido a que irrumpen nuevos compradores a un precio más reducido. En una segunda etapa se contrae la oferta, no solo por la inexorable desaparición de productores marginales sino porque artificialmente otros sectores aparecen como más rentables. En resumen, por más que se busquen chivos expiatorios, se genera escasez y faltante del producto en cuestión lo cual crea la tentación de controlar otros precios con lo que se generaliza la ausencia de indicadores económicos y se bloquea la posibilidad de evaluar proyectos en base a información realista. Una cosa lleva a la otra cuando se pretenden manejar vidas y haciendas ajenas, hasta que el control es total (de ahí el totalitarismo).

No hay tal cosa como el “socialismo con rostro humano” como variante a la tendencia stalinista ya que no es humano el coartar y restringir la libertad y la disposición del fruto del trabajo de cada cual. No hay que sorprenderse de que las ambiciones crecientes por el poder y el manejo burocrático de las personas resulten en experimentos más o menos truculentos y promesas imposibles de cumplir cuando se pone en evidencia el rostro desagradable de la prepotencia estatal.
Tomemos el caso del Paraguay de estos días. Un país que tiene una larga historia de tiranías con los Francia, López y Stroessner cae ahora en las manos de un ex sacerdote que patrocina la teología de la liberación (léase marxismo), el “padre de la patria” en sentido literal y figurado, el “jesuita de la cremallera fácil” para usar una expresión de Jaime Bayly, el demagogo Fernando Lugo que ahora intentan sobrepasar los integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). La de Paraguay es una historia triste que navega entre la dictadura y la kleptocracia.

El mencionado grupo rebelde es comandado por Manuel Cristaldo Mieres quien propugna la necesidad de establecer una “república socialista” con medidas de fondo que permitan que el aparato estatal “controle toda la propiedad, comenzando con una reforma agraria integral” para lo cual “resulta indispensable derrocar al oligarca de Lugo”.
Los guerrilleros de marras acaban de incendiar la maquinaria agrícola de un empresario brasilero y secuestraron a dos ganaderos paraguayos a los cuales se les pidió abultados rescates que fueron debidamente satisfechos y asaltaron la base militar de Tacuatí. En vista de estos repetidos hechos violentos el gobierno paraguayo ha decretado el estado de excepción (estado de sitio) en cinco provincias.
Este movimiento subversivo se declara marxista-leninista y cuenta con buen apoyo logístico en las universidades y centros educativos paraguayos y la simpatía de otros grupos afines en muy diversos lares.
El mismo Lugo ha estado predicando el socialismo durante mucho tiempo desde el púlpito y desde el llano, como se dice “calentó el mate para que otros se lo tomen”, de modo que no debería ser una sorpresa la aparición de grupos como el mencionado que por el momento parece reducido pero no se sabe en que terminará.
Fenómeno parecido ocurrió  hace poco con la intentona de un grupo rebelde en Venezuela que se autoproclamó  el genuino representante de la “revolución bolivariana” tal como lo consigné en otra columna. Ese grupo cuya filmación fue ampliamente distribuida por los medios declaró que “Chávez traicionó la revolución y debe ser destituido y reemplazado por los verdaderos revolucionarios”. 
Es lo que ocurrió hace tiempo en la Argentina con Perón quien en correspondencia con su lugarteniente John William Cooke le ordenó el 21 de junio de 1957 que “los que tomen una casa de oligarcas y detengan o ejecuten a sus dueños, se quedarán con ella. Los que toman una estancia en las mismas condiciones se quedarán con todo […] Los suboficiales que maten a sus jefes y oficiales y se hagan cargo de las unidades, tomarán el mando de ellas y serán los jefes del futuro”. El mismo que anunciaba desde el poder que “Levantaremos horcas en todo el país para colgar a opositores” (discurso en cadena oficial de radiodifusión el 18 de septiembre de 1947) y “Al enemigo, ni justicia” (correspondencia del 20 de febrero de 1954 a Ramón Alfredo Subiza, interventor en la provincia de Santiago del Estero con retención del cargo de Secretario de Asuntos Políticos del gobierno nacional). Poco tiempo antes de asumir su tercer mandato presidencial declaró que “Si la Unión Soviética hubiera estado en condiciones de ayudarnos en 1955, podía haberme convertido en el primer Fidel Castro del continente” (revista Marcha, Montevideo, febrero 27 de 1970). Perón estimuló el terrorismo y felicitó a los asesinos del Gral. Aramburu y -al igual que hoy hace Lugo en cuanto a rechazar fuerzas competitivas- echó a los Montoneros de la plaza de Mayo en un acto y avaló las matanzas de su mayordomo-ministro de bienestar social devenido en brujo (José López Rega, ascendido por Perón en un solo acto de cabo a Comisario General de la policía federal), solamente porque veía que le querían disputar el poder y, desde luego, no porque hubiera cambiado de idea ya que a través de su ministro de economía José Ber Gelbard planeó la estatización del sistema financiero, provocó una descomunal inflación con controles de precios y estrechó las relaciones con Cuba otorgándole un inaudito préstamo, además de las consabidas corrupciones mayúsculas como el sonado caso ALUAR. Por todo esto es que Perón preparó su regreso para su tercer período en la presidencia designando, antes que el, como presidentes de “la república” a los lacayos impresentables Cámpora y Lastiri, y así es que nombró como su vicepresidenta y sucesora a la cabaretera Isabelita (por aquello de “después de mi el diluvio”).
Hoy en Paraguay el Ejército Popular Paraguayo no se contenta con simulacros de socialismo sino que demanda socialismo a fondo. Fernando Lugo entró al seminario a los 19 años y una vez ordenado sacerdote fue enviado a misionar a Ecuador donde tomó contacto en profundidad con la Teología de la Liberación. A su regreso la Iglesia lo envió a Roma a estudiar hasta 1987 y en 1994 fue designado Obispo del Departamento de San Pedro en Paraguay. Era conocido como “el obispo de los pobres” y en los archivos de periódicos como ABC Color (en donde he escrito muchos artículos) se encuentran infinidad de declaraciones de Lugo a favor de la redistribución de la tierra y del socialismo hasta que decidió afiliarse al Partido de la Democracia Cristiana que en una coalición lo condujo a la presidencia de Paraguay. El 14 de agosto de 2008 en The Guardian Weekley se publicó un pormenorizado análisis de las ideas socialistas de Lugo bajo el título de “The Rise of the Red Bishop”.
Antes que las llamaradas totalitarias asfixien todo vestigio de decencia y respeto en nuestro continente, se torna imperioso el esfuerzo por estudiar los fundamentos de una sociedad abierta y los daños irreparables que provoca la guillotina horizontal del igualitarismo que solo iguala en la miseria y estafa los mejores sueños de la gente más necesitada. Es de esperar que cada vez cuenten con más apoyo mis muy meritorios amigos de la Asociación de Libertarios del Paraguay y la Fundación Libertad de Asunción
Y no se trata solo de lamentarse de lo que podría haberse hecho en el pasado y no se hizo. El asunto es estar seguro que en ese momento se actuó de la mejor forma posible dadas las circunstancias imperantes. No se trata de extrapolar situaciones ni de operar en base a la información que proporciona “el diario del día siguiente”. Es lo mismo que si hoy los descendientes estadounidenses de los pieles rojas se arrepientan porque sus ancestros, en 1626, vendieron toda la isla de Manhattan a un grupo de inmigrantes holandeses por chucherías equivalentes a 24 dólares (valores de 1785). Se trata de tomar conciencia hoy y no dejar pasar oportunidades para revertir la situación en la que nos encontramos. No se trata de alegar excusas pueriles y mentirosas como que “no he sido dotado del talento para participar” (lo cual recuerda trabalenguas, silogismos dilemáticos o paradojas como la señalada por Epiménides en el sentido de que la proposición “estoy mintiendo” es falsa solo si es verdadera).
En realidad la mayor responsabilidad por los atropellos del Leviatán no recae en los grupos extremistas sino en los indiferentes, en los que miran para otro lado y en los irresponsables que contribuyen a abrir las compuertas para que se den pequeños pasos que conducen poco a poco a debilitar los cimientos de una sociedad civilizada y finalmente a provocar las antedichas hogueras. Por eso es tan importante releer las sabias advertencias de Tocqueville en La democracia en América en cuanto a que “Se olvida que en los detalles es donde es más peligroso esclavizar a los hombres. Por mi parte, me inclinaría a creer que la libertad es menos necesaria en las grandes cosas que en las pequeñas, sin pensar que se puede asegurar la una sin poseer la otra”.
Seguramente debido a la referida historia paraguaya es que ese país es ignorado en muchos lugares, por ejemplo, en buena parte de la comunidad anglosajona. A continuación, ilustro el punto con un peculiar intercambio mantenido entre una señora paraguaya y un alto funcionario de la aduana en New York donde este inicia el diálogo del siguiente modo, sin prestar atención al pasaporte:
- Where are you from?
- From Paraguay, responde la señora
- We pronounce it Uruguay, concluye el arrogante burócrata.
Finalmente, un comentario de carácter más general y es que hay cretinos que jamás contribuyen un ápice a mejorar situaciones a través del debate de ideas y solo piensan en colocar sus recursos en países como Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua en la esperanza de lucrar cuando allí se liberen de las lacras gobernantes (naturalmente debido al esfuerzo que otros vienen realizando). Ya sabemos que el primer país es un gran campo de concentración y los otros cuatro han abandonado la democracia para reemplazarla por kleptocracia, es decir, el gobierno de ladrones: de propiedades a través de cargas fiscales insoportables y endeudamientos inauditos, de libertades individuales y de vidas y sueños que arruinan los megalómanos del momento. Como hemos apuntado más arriba, Paraguay está en las mismas y ahora se acerca la Argentina a pasos agigantados (en una columna anterior me refería a su “desbarajuste institucional” pero en estos instantes se acaba de consumar una alarmante escalada que arremete contra el periodismo independiente). Constituye una ofensa superlativa el denominar “democracia” a regímenes que se burlan del sentido más elemental de la sociedad libre y del debido respeto a las minorías. Con todas las contradicciones de la época, Aristóteles consignó que “el principio fundamental del gobierno democrático es la libertad” y, en esa misma línea, Lord Acton escribió que “La distinción más firme para juzgar si un país es realmente libre es la dosis de seguridad de que gozan las minorías”.

lunes, 15 de marzo de 2010

Socialistas encubiertos

FUENTE:   LIBERTAD DIGITAL

Ing. Porfirio Cristaldo Ayala (+)

Paraguayo, fue en vida ingeniero eléctrico y consultor de sistemas de energía eléctrica. Es graduado de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, EE.UU. Ademas presidente del Foro Libertario, editorialista y columnista del diario ABC Color de Asunción y miembro de la Sociedad Mont Pèlerin.




Columna publicada el 29-04-2004

El Impuesto a la Renta Personal (IRP) que el gobierno paraguayo introdujo en su reforma tributaria no fue cuestionado por nadie. La gente aún no se percata de los enormes perjuicios que ocasionará. Y lo peor, los afectados no están organizados en grupos de presión. Los que sí lo están, como los gremios empresariales, creen erradamente que permitirá eliminar la informalidad. Los únicos que saben lo que hacen son los socialistas encubiertos y sindicalistas que impulsan el IRP por motivos ideológicos.
Pero el IRP es injusto para los trabajadores, al contrario de lo que sostiene la izquierda, dado que cargará 10% a todos los que ganan tres salarios mínimos o más. No pagarán los más ricos, sino los que más producen.
Si bien el IRP es común en todas partes, su efecto es menor en países que no necesitan crecer y crear empleos. Paraguay ya soporta una carga tributaria efectiva de más del 40%, y no de 10% como sostiene el gobierno. A la inseguridad y falta de garantías a la propiedad debe sumarse la mediterraneidad del país y el estar ubicado entre los más corruptos del mundo. Además, en un país en recesión, cuyo ingreso por habitante ha retrocedido al nivel de 23 años atrás, un impuesto al ingreso indefectiblemente aumentará la evasión e informalidad.
La capacidad de ahorro de la debilitada clase media será su primera víctima, después vendrán los obreros, dado que si bien al principio pagarán los que ganan 10 salarios mínimos o más, al final pagarán todos. El IRP es nefasto porque castiga el trabajo y ahorro, frenando la inversión, producción y empleo. Inclusive en países desarrollados los proyectos de reforma tratan de cambiar gradualmente los impuestos a la renta por impuestos al consumo (a las ventas, tasas únicas o IVA), para incentivar el ahorro y la inversión. Países como Rusia lograron atraer la inversión, crecer y liberarse del FMI, adoptando impuestos al consumo.
El régimen tributario actual lograría el superávit fiscal que exige el FMI con sólo reducir la evasión del IVA (63%) a la mitad. El gobierno reconoce que el IRP no solucionará el déficit y podría costar más de lo que recauda. Pero deben aplicarlo –dicen– para cerrar el “circuito del IVA”. Absurdo. ¿Cómo es que en Uruguay, que no tiene IRP, la evasión del IVA es ínfima comparada al Paraguay, pese a que la tasa es del 23%?
La declaración jurada del patrimonio de unas miles de personas no acabará la informalidad ni detectará enriquecimiento ilícito alguno. El sector informal, en lugar de achicarse, atraerá a numerosos pequeños empresarios y profesionales que se verán forzados por los nuevos impuestos y trámites a abandonar la legalidad. El IRP convertirá en delincuentes a muchos ciudadanos honestos.
El IRP es un impuesto muy complejo. Los gremios empresariales con especialistas en tributación lo apoyan porque no han considerado todas sus consecuencias. Piensan que, pese a la nueva carga del 10% del IRP, con la reducción del impuesto a la renta de las empresas del 30% al 15% saldrán ganando. Olvidan los altos costos de cumplimiento del IRP y los costos de la intromisión del gobierno en sus finanzas particulares. Los únicos que saldrán ganando serán los contadores y abogados, así como el clientelismo y la burocracia estatal.
El IRP violará la privacidad de las personas, permitiendo el acceso a sus cuentas bancarias, inversiones, contratos, compra y venta de inmuebles. Una vez que el gobierno acceda a estos registros, sin necesidad de una orden judicial, se dejarán las puertas abiertas al abuso de poder. Si esto ocurre en EEUU, país con un sólido estado de derecho, en Paraguay será una pesadilla, en especial, para los políticos opositores. El IRP es tenebroso en manos de gobiernos opresivos.
La informalidad se resolverá sólo atacando sus raíces: el estatismo. Mientras el estado mantenga monopolios y grupos privilegiados, mientras existan costosos trámites para legalizar las empresas y los funcionarios tengan el poder de decidir sobre la inversión, habrá corrupción. Pero nada de esto interesa a los socialistas que en silencio veneran el IRP como política de redistribución, sacarle a quienes producen para repartirlo a quienes no les pertenece.
© AIPE
Porfirio Cristaldo Ayala, corresponsal de AIPE y presidente del Foro Libertario
Más articulos de este ilustre profesional:

miércoles, 3 de febrero de 2010

TV SATELITAL PARAGUAY

Lista de Canales Amazonas 61



INSTALACIÓN DE ANTENA DE 80 CM. ZONA ÑEMBY:


INTENSIDAD DE SEÑAL: 90%
CALIDAD DE SEÑAL: 75%

CIRCUITO CERRADO DE TV

domingo, 8 de noviembre de 2009